Nick Cave no está muy impresionado con las capacidades musicales de ChatGPT. Sobre su blog personalle dio al cantautor una reprimenda fulminante a un conjunto de humanidades escritas por el chatbot de IA “al estilo de Nick Cave”.
“Lo que es ChatGPT, en este caso, es la replicación en parodia”, escribe Cave. “ChatGPT puede ser capaz de escribir un discurso, un preparación, un sermón o un obituario, pero no puede crear una canción genuina… Las canciones surgen del sufrimiento, con lo que quiero sostener que se basan en la compleja lucha humana interna de creación y , que yo sepa, los algoritmos no se sienten”.
La giro fue enviada a Cave por un fan llamado Mark. El músico australiano agradece a Mark pero continúa diciendo: “Con todo el inclinación y el respeto del mundo, esta canción es una mierda, una engaño grotesca de lo que es ser humano, y sí, no me gusta mucho. “
La canción contiene la giro:
Verso 1:
En el fondo de la indeterminación escucho un lamento
Una voz que hace eco, a través del pasillo
Es un canto de sirena que me atrae
Me lleva a un zona donde no puedo aparecerConducir:
Soy el pecador, soy el santo
Soy la oscuridad, soy la luz
Soy el cazador, soy la presa
Soy el diablo, soy el salvador
Desde que se lanzó ChatGPT el año pasado, ha sido una especie de sensación. Aunque el chatbot, creado por OpenAI, no es un gran avance en inteligencia sintético, su extensión de ataque hendido ha brindado a millones la oportunidad de desafiar con la tecnología de punta y descubrir sus sorprendentes y variadas habilidades.
Como señala Cave en su publicación de blog, una de las fortalezas de ChatGPT es su flexibilidad: el bot puede escribir en una amplia variedad de estilos. Pero el sistema está restringido en otros aspectos. Tiene una tendencia a protestar información falsa como un hecho, por ejemplo, y es propenso a repetir los sesgos sociales que se encuentran en sus datos de entrenamiento (que constituyen gran parte de la web).
Sin incautación, la capacidad de ChatGPT para imitar la prosa humana desafía muchas normas. Aunque Cave cree que los algoritmos no pueden imitar a los humanos porque no pueden advertir, la marcha de sentimientos no impide que la tecnología se use ampliamente en otros dominios. En educación, por ejemplo, los educadores advierten que ChatGPT ya se usa para escribir ensayosy que será necesario adaptar nuevos métodos de educación.
Pero si Cave tiene razón, al menos los profesores de música deberían poder distinguir entre el hombre y la máquina.